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Nov 30, 2016 08:21:01       79        0

Restauración de arte sacro, oficio que requiere entrega y paciencia

Por Rosa Angélica Fimbres. Corresponsal Hermosillo, 30 Nov (Notimex).- La restauración de arte sacro es un oficio que requiere gusto, entrega, paciencia y preparación, porque no se trabaja con imágenes o esculturas, sino con la fe, emociones y evocaciones de las personas. El restaurador con 20 años de experiencia, Miguel R. Bours, expuso que su trabajo no consiste en pintar una pieza o un santo de cerámica, sino en darle vida a una imagen que inspira fe y esperanza, que trae consigo muchos recuerdos. Narró que desde niño tuvo la inquietud de dedicarse a la restauración de imágenes religiosas, a raíz de que las observaba con faltantes o destruidas en el templo de su pueblo natal. En entrevista con Notimex, refirió que “yo soñaba con la posibilidad de poderlas restaurar algún día; empecé con una imagen muy antigua de San Nicolás de Bari e hice un desastre de oleo debido a que me dijeron que con ese material se restauraba”. Señaló que en su camino se cruzó una restauradora de esta ciudad con amplia trayectoria, quien le enseñó gran parte de lo que sabe y posteriormente fue conociendo y descubriendo diversos materiales como es el caso de la resina. Originalmente trabajaba imágenes de yeso y madera, pero en la actualidad la resina tiene un fuerte impulso porque los santos ya no se hacen con los mencionados materiales, ya que son más comerciales, refirió. El restaurador manifestó que en el trabajo cotidiano de su oficio ha mejorado sus técnicas y conocimiento y en el afán de conocer cosas nuevas, se ha apoyado en el internet, herramienta que le ha permitido aprender nuevas posibilidades dentro de su labor. “Yo tengo una fijación muy especial por el arte sacro, puedo restaurar cualquier tipo de figura, mi especialidad es el arte sacro, estoy dedicado a eso en cuerpo y alma, no trabajo otro tipo de escultura”, resaltó. Bours ha cursado estudios vía Internet de las universidades más prestigiadas de España en restauración de arte sacro, sobre manejo de oleo, tierras, polvos y barnices, así como capacitaciones por otras vías sobre estofado, esgrafiado, encarnado y policromado. Manifestó que el “nuevo arte” o “arte express” es aquel que se quiebra y se tira para comprar otro; sin embargo, la restauración de arte sacro no se trata de arreglar imágenes religiosas, sino que se arreglan recuerdos, sentimientos y momentos. En la actualidad, dijo, existen figuras que se producen en serie a base de yeso, se pintan con aerógrafo con pintura para automóviles, por lo que el costo de producción es muy bajo, pero no tiene la calidad y el trabajo de lo que él hace. Las imágenes religiosas, ejemplificó, al restaurarlas se deben dejar con la apariencia más cercana a un ser humano. “Sí, tengo trabajo porque lo busco, mientras haya recuerdos que nos muevan y nos hagan decir yo no quiero perder esa pieza; es más lo que trabajo para particulares que para templos religiosos a los cuales he trabajado diversas imágenes patronales”, aseguró. Miguel R. Bours señaló que ha trabajado arte sacro con imágenes de los templos católicos de Moctezuma, Tepache, Mátape, Nácori Grande, Rebeico y Mazatán con antigüedad de hasta 300 años, con altos grados de deterioro. Añadió que en su caso trabaja piezas que ya han sido intervenidas y no toma nada que sea original porque no cuenta con la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Cuando una pieza original ya está lijada y se le quita el encarnado y policromado, el valor histórico ya no es el mismo; sin embargo, tiene el valor del amor, del recuerdo, de los sentimientos y sobre todo de la fe, porque para eso fueron creadas, expresó. Explicó que no es un “pinta santos” y a través de su trabajo devuelve la vida a una imagen que inspira fe y es capaz de conectarse con lo divino. “Soy una persona que hace su trabajo con pasión, con entrega y con mucho amor para que la gente siga conservando sus tradiciones, sus usos y costumbres”, detalló.
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