Por Alan Aguilar López
Londres, 1 Jun (Notimex).- El defensor neerlandés Virgil van Dijk confesó haber temido por su vida en el año de 2012, luego de haber sido hospitalizado por una apendicitis aguda que le causó problemas más graves como peritonitis y una infección renal.
"Pudo ser el final. Lo único que podía ver eran tubos colgando de mí. Mi cuerpo estaba roto y no podía hacer nada. En ese momento los peores pensamientos empezaron a pasar alrededor de mi cabeza", dijo en entrevista con un diario londinense.
El futbolista del Liverpool se ha consolidado como uno de los mejores zagueros del mundo y en la última entrega del Balón de Oro estuvo solamente a siete puntos de igualar en las votaciones al argentino Lionel Messi, quien fue el condecorado en aquella gala de diciembre.
Van Dijk, de 28 años de edad, aseguró que, incluso, se vio en la necesidad de poner en orden algunos papeles y firmó "una especie de testamento" por la complicada situación que atravesó durante casi 15 días.
"Mi vida estaba en riesgo. Mi madre y yo le oramos a DIos y discutimos posibles escenarios. En algún momento tuve que firmar algunos papeles, fue una especie de testamento. La realidad es que nadie quería hablar de ese tema, pero teníamos que hacerlo. Estuve 13 noches en el hospital y fue muy difícil, no podía caminar", finalizó.
Tras aquella mala experiencia, el defensor pudo continuar con su carrera en las filas del Groningen, Celtic de Glasgow y Southampton, antes de llegar al Liverpool, con el que ganó la UEFA Champions League 2019 y está a sólo seis puntos de lograr el primer título de la Premier League para los "reds" en los últimos 30 años.
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