Cineasta mexicana llega a España con "Los insólitos peces gato"

Por Adela Mac Swiney González. Corresponsal Madrid, 2 Jun (Notimex).- Con una tercera película ya en la mira, la mexicana Claudia Sainte-Luce llegará a la cartelera española con "Los insólitos peces gato", una historia común porque explicó, "a todos nos atañe la muerte, la pérdida, la familia, la soledad". "Los insólitos peces gato", película que ha sido premiada en los festivales de Toronto, Gijón (norte de España), Mar de Plata, La Habana y recibió un Premio Ariel por la coactuación femenina de Lisa Owen, ya debutó en 22 países, entre ellos Japón y la isla de Taiwán. En entrevista con Notimex, Sainte-Luce señaló que la premier de la película fue en 2014, "entonces no me imaginaba después de un año venir a España a estrenarla, pensé que eso ya no iba a darse, justo la semana pasada acabo de terminar mi segunda película, era como ya estar en otra y de repente regresar a la primera, es un regalo poder llegar a otro país". Con su segundo largometraje "La caja vacía" y ya pensando en el tercero, todos vivenciales como "Los insólitos peces gato", expresó que decir que esa característica pueda ser su marca como cineasta "sería como adelantarme un poco al futuro". "No sé cómo seré yo en 10 años, en 15, la que soy yo ahora es esta que hizo esta película primera, esto que me está pasando ahora lo reflejé en esta segunda, y ahora en la tercera tengo otra cosa metida en la cabeza, hablo un poco de miedos y ansiedades que tengo dentro", señaló Claudia. Consideró que "uno va cambiando y también lo que va siendo va cambiando conforme a lo que te va pasando en la vida, entonces sería un poco adelantarme a que así va a ser siempre, no lo sé, pero al menos estas dos van por ese camino". Sobre su nueva película, cuya post-producción se terminará a fines de este año y podrá estar lista en el primer trimestre de 2016, explicó que se llama "La caja vacía" y habla de la relación entre un padre y una hija. Para esta película, la cineasta mexicana filmó seis semanas en México, cuatro días en Haití y dos en Nueva York, y retrata el reencuentro de estas dos personas. "Filmar en Haití y en Nueva York fue como estar primero en el agua y luego en el aceite. Yo necesitaba regresar a Haití, mi padre es haitiano, mis raíces son de ahí, regresar a un país del que sólo se habla por un terremoto, y que es más que eso, es una nación que es muy rica, pero está tan escondida bajo los escombros", expresó. Además, en esta cinta la propia cineasta es protagonista y al respecto dijo que "era muy importante para mí ser parte de la película, y luego ir a Estados Unidos, que es el sueño americano donde uno espera encontrar lo más del capitalismo, es el otro extremo, pero esos dos extremos necesitaban estar en la película". Sainte-Luce dio un avance de su tercera película, la cual trata de las obsesiones de una mujer que trabaja en un almacén que sería como el Corte Inglés y quien acaba de pasar por una pérdida y cómo la supera. Apuntó que el largometraje se filmará en México, "pues me gusta mucho mi país. Cuando uno habla de su entorno, la conexión es mucho más rápida". Manifestó que admira mucho a las personas que se van a filmar a otro lugar como Estados Unidos, que empiezan a desarrollar historias que no son en su lenguaje, "porque es como cambiar un poco el chip, entrar a una atmósfera en la que no has entrado antes y a mí eso me cuesta". En cambio, acotó, "convivir con el día a día, reflejar la cotidianidad, fijarme en los pequeños detalles, eso es lo que aprecio mucho más, lo que conozco de México". Resaltó que lo que le ofrece México a sus historias "es la manera como vemos los mexicanos la vida, que sí dista un poco de cómo la ven en otros países, cómo ven la familia, cómo viven la cercanía con el otro, muy diferente". No obstante, advirtió que la mayor dificultad para poder presentar sus filmes en México la tiene en el propio país. "Los exhibidores son como grandes tótems que tienen una cosa destinada al cine gringo que es 90 por ciento, y 10 por ciento está sólo obligado a que sea cine mexicano y que permanezca una semana", señaló. "Si no llego a la cifras que ellos necesitan, si mi película no vendió el número de palomitas y refrescos que ellos requieren, para la siguiente semana te quitan la mitad de las salas, te quitan la mitad de horarios y eso afecta profundamente al cine", manifestó. Agregó que "tristemente es más fácil en el exterior, ya que hay una mayor cultura al cine independiente, una mayor cultura a un cine latinoamericano o la gente se interesa por ver películas que no son de su país".