Italia renueva su tradición del cine al aire libre durante el verano

Por Mario Osorio Beristain. Corresponsal Roma, 17 Jul (Notimex).- Como todos los veranos, la tradición del cine al aire libre se renueva tanto en los pequeños pueblos como en las grandes ciudades de Italia, en las que los festivales dedicados al séptimo arte atraen a miles de turistas. Las proyecciones al aire libre, muy frecuentes en los años de la pobreza y la escasez posteriores a la Segunda Guerra Mundial, son en la actualidad la ocasión para dar a conocer al gran público cintas que difícilmente arribarían a través del circuito comercial. En Roma, por ejemplo, tiene lugar el festival de La Isla del Cine, que este año llega a su XXI edición y ha sido titulado en francés “L’Ile Lumiére” (La isla de la luz). El evento se desarrolla en el escenario natural de la Isla Tiberina, la isla del río Tíber que cruza la ciudad, declarada Patrimonio Artístico de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Los organizadores indicaron que el festival rinde un homenaje a los hermanos Lumiére, inventores en 1895 del cinematógrafo, al mismo tiempo que celebra la declaración por parte de la UNESCO del 2015 como “Año internacional de la luz y de las tecnologías basadas en la luz”. Con esos dos elementos como trasfondo, la isla Tiberina fue transformada en un set cinematográfico, donde serán proyectadas películas y se darán cita directores, productores, actores y todos aquellos que de alguna manera están involucrados con la industria. El Festival, que inició el 3 de julio, abrirá una ventana sobre las capitales y las zonas periféricas del mundo, como ya ha ocurrido durante otras ediciones. De hecho, en el pasado la isla Tiberina ha sido el único lugar en el que se han podido ver en Italia algunas películas extranjeras, como la mexicana “Arráncame la vida”, de Roberto Sneider. Otros escenarios para proyectar películas al aire libre en la Ciudad Eterna son el parque de Villa Borghese o el característico barrio de Trastevere, donde los defensores del histórico cine América (amenazado con el cierre) han organizado 60 proyecciones en la plaza San Cosimato. También en Milán existe una tradición de más de 20 años de cine al aire libre durante el verano. “Es una tradición milanesa y si este año no la hubiéramos mantenido habríamos recibido muchas críticas y protestas, ya que tenemos un público de apasionados de todas las edades”, explicó el asesor cultural del ayuntamiento milanés, Filippo Del Corno. Detalló que las reseñas proponen tanto filmes ya proyectados comercialmente en la temporada precedente, como premieres exclusivas. Este año los espectadores milaneses podrán disfrutar durante este mes de las cintas “The imitation game”, de Morten Tyldumper; “Si Dio vuole”, de Edoardo Flacone, y “La sal de la tierra”, de Wim Wenders, entre otras. Las proyecciones, en diferentes zonas de la ciudad, dejan espacio a experimentos, como el uso de los auriculares inalámbricos. El cine al aire libre es también tradición en pueblos y localidades costeras de todo el país y según Cinetel, la sociedad que mide los ingresos y la asistencia de las salas cinematográficas, el entusiasmo del público se mantiene durante el verano debido a que hay más tiempo libre y el clima lo permite. La tradición se repite también en Nápoles, donde en julio y agosto tiene lugar la reseña “Cine alrededor del Vesubio”, en el oasis natural del parque San Sebastiano, a los pies del volcán Vesubio, que en 2014 tuvo 30 mil asistentes. En la ciudad de Vercelli, en cambio, el festival de cine al aire libre será dedicado este año a la actriz Laura Antonelli, quien falleció el 22 de junio de 2015, con la proyección de sus principales películas, como “Malicia” o “El inocente”. Otros festivales similares se repiten a lo largo y a lo ancho de todo el país, e incluso en las islas de Sicilia y Cerdeña, donde los turistas no buscan solo sol y playa, sino también actividades culturales.