Cultura

Dic 09, 2017 09:06:57       203        0

En Guatemala "queman al diablo" en fogatas de purificación

Por Pablo Palomo Reyna. Corresponsal Guatemala, 9 Dic (Notimex).- En una tradición que es rechazada por los defensores del medio ambiente, los guatemaltecos celebraron la “quema del diablo”, una arraigada costumbre que representa la extinción de los males que amenazan a la población. La costumbre de prender fuego a figuras del diablo, con lo que se ahuyenta a los males, se cumple a las 18:00 horas (00:00 GMT), de cada 7 de diciembre en la capital y en varias plazas del interior de país. Las figuras del “cachudo”, como se denomina popularmente en Guatemala al diablo, un ser con cuernos o “cachos”, puede representar a un personaje, un político deshonesto o una situación que aqueja a la población, como la pobreza, la violencia o la corrupción. Entre las figuras de diablo más vendidas este jueves estuvo la del presidente estadunidense Donald Trump, cuya política de migración amenaza a más de dos millones de guatemaltecos que viven en Estados Unidos, en su mayoría en condición de indocumentados. La costumbre religiosa y estudios culturales coinciden en que el propósito de las fogatas era alumbrar el paso de la procesión de la Virgen de la Concepción, el 8 de diciembre, cuando no existía el alumbrado público. En la víspera de la procesión, al atardecer del 7 de diciembre, se iluminaban las calles con las fogatas para el paso de la venerada imagen. El fuego simboliza así, “la luz de María y su triunfo sobre el mal (el diablo)”. Las figuras para la “quema del diablo”, parecidas a las piñatas, elaboradas con cartón, papel periódico y alambre, tienen como único destino: consumirse en el fuego. “Los diablos” que se prendieron al caer la noche del 7 de diciembre costaron entre 40 (5.50 dólares) y mil 200 quetzales (165.5 dólares), y se venden en calles de la capital, en especial en el mercado Colón, Familias, grupos de vecinos, miembros de talleres o empresas se juntan para prender fuego a maleza, madera y otros materiales inservibles, junto a la atronadora quema de cohetes y juegos pirotécnicos. En los últimos tiempos para seguir la tradición se ha optado por quemar basura o neumáticos, lo que causa una gran contaminación del aire, según denuncias de activistas defensores del ambiente. Los ambientalistas han demandado terminar con esta “nociva” práctica, derivada de una tradición, la llamada “quema del diablo”, que se remonta a los tiempos de la colonia. En una campaña que involucró a dependencias del medio ambiente, cultura, turismo e instituciones de socorro, se llamó a la población a conmemorar la tradición, pero “con responsabilidad ambiental”. Según las autoridades, es “imprescindible mantener esta costumbre, sin perder el sentido original de la misma”. Debemos preservar esta tradición, resguardando el patrimonio cultural, pero sobre todo el ambiente, indicaron. “La 'quema del diablo' es una celebración que expresa la identidad colectiva de los guatemaltecos”. El fuego, como un mecanismo de destrucción de lo negativo y símbolo de purificación, consume a la figura del diablo, “personificación del mal”, según dicta la tradición. La tradición, reconocida por el gobierno como patrimonio cultural de Guatemala, se cumplía antes con fogatas, cuyo objetivo era acompañar los rezos. Los materiales que entonces se empleaban eran naturales como pasto, hojarasca, o residuos agrícolas, que generaban dióxido de carbono, un gas no tan nocivo, de acuerdo con ambientalistas. El incremento de habitantes, el número y magnitud de las actuales fogatas, así como el uso de nuevos residuos de productos desechables (plásticos, llantas), generan gases de efecto invernadero que afectan el ambiente, los recursos naturales y la salud de los seres vivos, alertaron.
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