Libro “Jazzamoart. La soledad del pintor”, una travesura colectiva

* El ejemplar que recoge parte de la obra del artista mexicano se presenta hoy en el Museo de Arte Moderno Por Juan Carlos Castellanos C. México, 25 Nov (Notimex).- El libro de arte de 392 páginas y 230 imágenes “Jazzamoart. La soledad del pintor” es, en definición del artista objeto del mismo, una “travesura” más que realizaron en colectivo familiares y amigos. “Es testimonio que muestra parte de mi trabajo, muy bien recopilado y organizado por mi esposa Nora y por mi hijo Jazzamoart”. Eso explicó el artista visual Javier Vázquez Estupiñán (Irapuato, Guanajuato 1951), quien en 1974 adoptó el seudónimo de Jazzamoart tras cursar estudios en la Academia de San Carlos, en entrevista con Notimex realizada en su taller-estudio, con motivo de la puesta en circulación del libro que hoy se presenta en el Museo de Arte Moderno. Con trabajos realizados en México, París y Nueva York y un sinnúmero de exposiciones en galerías y museos de México, Estados Unidos, Puerto Rico, Francia y Noruega, Jazzamoart dijo que el libro bilingüe realizado en gran formato (Editado y distribuido mundialmente por el sello Turner) es obra de Alejandro Magallanes, diseñador de la espléndida publicación. Al hablar de las reproducciones fotográficas de Manuel Zavala que incluye el ejemplar, un velo de tristeza cubrió el rostro del entrevistado. “Esa es la nota triste de todo este enorme trabajo: Nuestro amigo Manuel no alcanzó a ver publicado este proyecto, ya que murió poco antes de que la obra saliera de la imprenta; a él está dedicado”, aseguró. Con docenas de premios nacionales e internacionales en su vitrina, y considerado por los críticos más severos y exigentes del orbe como “artista versátil y prolífico”, Jazzamoart ha presentado su obra en cerca de 500 exposiciones en México, Estados Unidos, Canadá, América Latina, Europa, Corea del Sur y Japón. Con esa experiencia elevó su recia voz: “Este objeto llamado libro recoge momentos memorables de mi trayectoria, Tengo más de 50 años trabajando, soy bastante prolífico, inquieto y constantemente estoy haciendo travesuras. Esta publicación es una muestra de eso, pero más allá de los libros que puedan existir sobe mi trabajo, este es un momento feliz dentro de mi vida y de mi profesión”. El libro es un reflejo de la música, pintura y personalidad de Jazzamoart, de su creación artística. En su obra se mezclan pintura, escultura, cerámica, muralismo y escenografías para los escenarios más importantes del jazz. Piezas marcadas por el brío y la fuerza, sus cuadros e improvisaciones llenan de vitalidad museos y salas de conciertos del mundo. “El libro detiene el tiempo, lo atrapa y convierte en memoria de mi trabajo”, aseguró el artista visual, al informar que críticos y pensadores de hoy como Julio Patán, Kim Levin, Graciela Kartofel, Evodio Escalante, Manuel Marín, Jorge F. Hernández y Rafael Pérez se asomaron a su obra para luego escribir sesudos ensayos en torno al artista y su trabajo. La obra está estructurada en cuatro ejes temáticos: “Retrato de ausencia”, “El jam de la pintura”, “Las noches y antros de Jazzamoart”, y “Divertimentos y cachivaches”. Ofrece comentarios Arnold Belkin, Carlos Blas Galindo, Teresa del Conde, Rafael Coronel, Luis Rius Caso, Raquel Tibol, Carlos Montemayor y más expertos que opinaron al respecto. Amante de los libros, Jazzamoart aseveró que tener en las manos esta pesadísima publicación tiene su recompensa, porque los libros han sido y serán insustituibles. “Más allá de las cuestiones mediáticas el libro es eterno como las pasiones amorosas. A pesar dela modernidad, es el maravilloso compañero en cualquier hora y lugar, como los placeres de todos los días”. ¿Una vez en las manos, qué le quita o qué le pone al libro? “¡Peso!”, exclamó Jazzamoart sin pensarlo dos veces pues literalmente el libro es bastante pesado (3 kilos 717 gramos). “Ese es el precio de un libro que uno quiere y aprecia, a cambio, el placer de olerlo, poder sentirlo y disfrutar su contenido impreso en papel, no se compara con otros dispositivos”. El libro tiene un contrapunto: “Tiene un momento lúdico y al mismo tiempo cabrón. Por un lado, el gozoso arte de pintar y por el otro, la soledad del pintor como la de quien está insatisfecho o con la vida o con la obra o con las dos cosas; me siento bien y joven, con vitalidad para hacer muchas cosas más, pero es un espejo de mi soledad y mi emoción”. La única participación de Jazzamoart en la creación de esta entrega fue al pintar los cuadros que se reproducen en sus páginas. La selección es de su esposa e hijo, “Con eso me lavo las manos porque mis amigos músicos, pintores, artistas de diversas disciplinas que no aparezcan en estas páginas, y reclamen, no podrán hacerlo a mí”, rubricó jocoso.