Cultura

Sep 13, 2017 16:46:05       104        0

Autora Gilma Luque presenta novela "Obra negra"

* Ve la mentira como un recurso para hacer literatura México, 13 Sep (Notimex).- Todo el tiempo es necesario mentir para hacer literatura, los escritores somos los más mentirosos y es así porque de lo contrario no podríamos contar todo, afirmó la editora y narradora mexicana Gilma Luque (1977). Entrevistada a propósito de su novela “Obra negra”, trabajo que se presentará el próximo 29 de septiembre en el Centro Horizontal en la colonia Roma, la autora de novelas como "Hombre de poca fe" y "Mar de la memoria", consideró que independientemente de que sea escritor o no, la gente siempre está mintiendo cuando cuenta algo y lo hace con malicia y pericia. “El hecho de que uno mienta es porque está en la ficción; nunca se podría partir de algo que no sea lo que has vivido, así escribas en ciencia ficción o historia, etcétera, siempre es partir de la experiencia de estar en el mundo, de estar aquí. La historia se tiene que embeceller y para que esto sea así, se recurre a la mentira”, consideró. En “Obra negra”, la autora ofrece una especie de autobiografía, inspirada en su madre, que al igual que la protagonista de este texto, se encuentra enferma y al final muere y la familia debe mantener esa unidad. “La novela es un poco autobiográfica, toda vez que hay un momento en el que me gana el oficio y entre la ficción con todo; me basé en mi madre que estuvo enferma y mi familia que es la que tuvo que vivir eso. “Para contarla y hacer literatura tuve que mentir mucho, hacer una selección o curaduría de mis recuerdos, una vez ello, exagere un par de cosas, inventé otras y omití mucho”, dijo Gilma Luque a Notimex. La familia de la protagonista se alimenta de sueños distantes, cuando no imposibles: la interminable construcción de una casa donde al fin podrán ser felices, la búsqueda de remedios alternativos para la enfermedad incurable que mata lentamente a la madre, los viajes por diversos pueblos de México para convivir con una parentela que parece formada por extraños. Con honestidad vigorosa y entrañable tono confesional, la novela se construye sin olvidar ninguno de los episodios dispares que dibujan una vida: el fanatismo religioso que inculca miedos a diestra y siniestra en la infancia, los tropezones de la incipiente vida amorosa de una adolescente que no conoce sus sentimientos, la desbandada de la mayoría de edad que la lleva a alejarse de su núcleo familiar para poder reinventarse. “Obra negra se refiere a lo no terminado e inconcluso, donde tanto la protagonista, la familia, el amor y demás elementos están inconclusos. “Lo único cierto en esta historia es la enfermedad de la madre y bajo esta idea esta familia tiene que vivir la vida, una especie de nube gris que es la enfermedad y muerte de la madre, tiene que vivir como familia”, dijo. La autora confesó que para hacer este trabajo, se apoyó en el género de la novela porque "puede expandirse y expresarse mejor". “La novela me da una flexibilidad en la estructura y en la historia en si, puedo expandirme y contar más detalles a diferencia de un cuento”, indicó al tiempo de que el género le permite contar una historia dentro de la misma historia. “Obra negra” abre ante nosotros el arcón de la memoria y nos dice que la identidad es un proyecto en perpetua construcción, donde el amor y la compañía, la muerte y el abandono, siempre terminarán encontrando en nosotros el lugar que les corresponde.
NTX/MBH/MAG