Buenos Aires, 7 Jun (Notimex).- El periódico Sin Censura fue compuesto por un grupo de periodistas e intelectuales en el exilio para romper el cerco informativo de las dictaduras instauradas en América Latina en la década de 1970 y denunciar violaciones a derechos humanos, recordó hoy la revista Haroldo.
“El objetivo de la publicación fue dar a conocer la situación sociopolítica y económica de diferentes países latinoamericanos gobernados por regímenes militares, en los que regía una fuerte censura de prensa, y denunciar las múltiples violaciones a los derechos humanos que esos gobiernos estaban llevando a cabo”, señaló Haroldo.
La revista es el espacio de comunicación del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, novelista argentino desaparecido en 1976 por el régimen de Jorge Rafael Videla, que se hizo del poder en la Argentina con un golpe de Estado perpetrado en marzo del mismo año.
En el marco del Día de los periodistas en el país sudamericano, Haroldo recordó el trabajo de divulgación y resistencia de Sin Censura, que constó de cinco números publicados entre noviembre de 1979 y julio de 1980, con colaboraciones de Julio Cortázar, Solari Yrigoyen, Carlos Gabetta y Matilde Herrera, una de las integrantes de las Abuelas de la Plaza de Mayo, como coordinadora de redacción.
“No era un periódico para ser leído en el extranjero, sino para que entrara en los países que estaban bajo dictaduras. En Europa lo leían quienes lo compraban. Venían tres mil ejemplares a Argentina, mil a Uruguay, mil a Bolivia, mil a Paraguay, dos mil a Chile, también iban a México. Todos países donde había censura”, relató Gabetta sobre el origen de la publicación.
Los periodistas y escritores que hacían Sin Censura buscaban contribuir a restablecer la solución democrática en los países latinoamericanos y para hacer llegar de forma gratuita ejemplares a los lectores radicados en dictaduras diseñaron un elaborado sistema de distribución que permitía evadir a la censura.
Entre sus patrocinadores figuraron Gabriel García Márquez, novelista colombiano; Ernesto Cardenal, poeta nicaragüense; Juan Bosch, expresidente de República Dominicana; Régis Debray, militante francés; Carlos Andrés Pérez, expresidente de Venezuela; Tencha Allende, viuda de Salvador Allende, entre otros participantes internacionales.
“Si bien Sin Censura tenía algunas suscripciones pagadas y en sus páginas había espacios destinados a publicidades, por lo general de emprendimientos editoriales también llevados a cabo por otros exiliados, los costos de impresión y envío de ejemplares resultaron excesivos y la falta de otras fuentes de financiamiento obligó a sus miembros a dar por terminado el proyecto”, recordó Haroldo.
Sobre la participación de Herrera, la revista señaló que la periodista se exilió en Francia en 1977, tras la desaparición de sus tres hijos, José, Valeria y Martín Beláustegui, cuyo paradero aún se desconoce.
“Desde el exilio militó activamente en la denuncia de las violaciones a los derechos humanos en Argentina y posteriormente fue una importante dirigente de Abuelas de Plaza de Mayo, hasta que falleció en 1990”, relató Haroldo.
“Allí en París, cuando hicimos Sin Censura, ella no sólo fue la coordinadora periodística, porque era una notable periodista y además una mujer muy culta, sino que además participó del grupo fundador, su rol fue esencial”, reconoció Gabetta.
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