Cultura

Jun 28, 2015 16:02:01       170        0

OFCM cierra ciclo musical con lluvia de emociones

México, 28 Jun (Notimex).- Con el programa “Prometeo”, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) y el maestro José Areán al frente de ella ofrecieron esta tarde un concierto pleno de emociones, donde tristeza, sensualidad y fatalidad, fueron estrellas. El Auditorio Blas Galindo, del Centro Nacional de las Artes (Cenart), fue el escenario de ese espectáculo en el que obras de Sibelius, Nielsen y Scriabin figuraron de una manera especial, además, por las intervenciones del diestro Gonzalo Gutiérrez y su piano. Este concierto, réplica del que la víspera tuvo lugar en ese mismo espacio, lució aún más por el regocijo y el ir y venir de decenas de niños y adolescentes, quienes guiados por la mano de sus padres, tuvieron sus primeros contactos con música de concierto bien hecha. Programa de lujo en el concierto de cierre. Del finlandés Jean Sibelius (1865-1957), “Vals triste”; del ruso Alexander Scriabin (1872-1915), “Prometeo, Poema del fuego”, y del danés Carl Nielsen (1865-1931), “Sinfonía no. 5”. En total, las obras ofrecieron a los asistentes poco más de una hora de la música más hermosa. La batuta del maestro José Areán y el piano de Gonzalo Gutiérrez hicieron una dupla que dio un nuevo destello a esa selección de piezas. Todo inició con la sonoridad etérea del “Vals triste” de Sibelius, pieza de gran melancolía musical, que en ciertos momentos parece rozar a la muerte y convertirla en sonido. Esta es una de las composiciones más celebradas de ese autor, emblemático en el siglo XVII. Digerida la insondable emoción que esa pieza dejó en el ánimo del público, el piano del maestro Gonzalo Gutiérrez se fundió con la orquesta durante la ejecución de “Prometeo, Poema del fuego”, de Scriabin, la última obra orquestal de ese intachable compositor ruso. “Scriabin un revolucionario. Armónicamente, esta es una pieza arriesgada. Su inquietud no era una melodía a la usanza tradicional, sino que cambió un acorde con el que creó muchas cosas que suceden entre el piano y la orquesta”, comentó Gutiérrez previamente. El pianista mexicano, con conciertos en el Tokyo Opera City Recital Hall, el New York Americas Society, el Boston University Concert Hall y el Palacio de Bellas Artes, entre muchos recintos nacionales e internacionales, ejecutó por primera vez esta enorme pieza. Consecuentemente, en su oportunidad enfatizó que “Prometeo” no es propiamente una pieza para piano, y describió que su interpretación “se integrará de manera orgánica a la Filarmónica, para amalgamarse con las cuerdas y las maderas en una textura orquestal”. “Prometeo, Poema del fuego” se estrenó en Moscú en 1911 bajo la dirección de Serguéi Kusevitski (1874-1951), y en 1915 en el Carnegie Hall con la Orquesta Sinfónica Rusa, se presentó con un teclado de luces hecho especialmente para proyectar distintos colores en el foro. Para concluir el Segundo Segmento de la I Temporada 2015, la OFCM ejecutó hoy la obra maestra de Carl Nielsen, “Sinfonía no. 5”, cuyo trágico clímax representa todo el desarrollo musical y filosófico de ese compositor danés.
NTX/JCC/VLU