Lima, 3 Jun (Notimex).- La población indígena de las comunidades campesinas del departamento de Lambayeque, Perú, debe ser atendida por las autoridades con medidas efectivas y mejoras en la atención para frenar la expansión del COVID-19, señaló hoy la Defensoría del Pueblo.
El organismo recordó que la comunidad San Juan de Cañaris fue declarada en aislamiento total como medida de prevención.
En el departamento de Lambayeque hay más de 27 mil hablantes de quechua, de acuerdo con cifras sobre pueblos indígenas en el país elaboradas por el Ministerio de Cultura, destacó la Defensoría.
Además, indicó que Lambayeque acumula nueve mil 138 contagios confirmados de COVID-19 y 616 personas fallecidas a causa de esa enfermedad.
Ante la situación, la comunidad San Juan de Cañaris desarrolló su propio comando de coronavirus, conformado por autoridades comunales, integrantes de rondas campesinas y representantes de instituciones públicas, además de declararse en aislamiento total y restringir el ingreso y salida de personas de su territorio.
El gobierno regional debe respetar las medidas restrictivas de la comunidad ante la emergencia sanitaria, junto con implementar una estrategia coordinada con las autoridades nacionales, locales y comunales para reforzar el sistema de salud que les presta atención, exigió la Defensoría del Pueblo.
“Es importante fortalecer las medidas de respuesta sanitaria frente al COVID-19 en favor de los pueblos indígenas, tomando en consideración sus necesidades, costumbres y el respeto a sus derechos lingüísticos, así como los contextos ambientales y sociales en que se desenvuelven”, apuntó.
Julio Hidalgo, representante de la Defensoría en Lambayeque, expresó que si bien la red de salud de la región conformó equipos de respuesta rápida para Cañaris, Huacapampa y Chiñama, han sido insuficientes por el incremento de contagios.
“Corresponde a las autoridades reforzar sus actuaciones a favor de la comunidad”, señaló el organismo defensor.
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