Internacional

Dic 14, 2017 12:47:11       311        0

Positivo balance de cese bilateral con el rebeldes colombianos: ONU

Bogotá, 14 Dic (Notimex).- El secretario general de las Naciones Unidas (ONU) Antonio Guterres, presentó un positivo balance al Consejo de Seguridad sobre el monitoreo del organismo del cese al fuego bilateral entre el gobierno colombiano y el rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN). El gobierno colombiano y el ELN, acordaron un cese al fuego bilateral que entró en vigencia el primero de octubre y finalizará el 9 de enero próximo, el cual es monitoreado por la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia. Señaló que hasta la fecha, los equipos de la ONU “han llevado a cabo 27 actividades de verificación, y en muchos lugares su presencia ha tenido un efecto tranquilizador en las comunidades”. En el periodo del cese al fuego “no se han producido enfrentamientos armados entre las fuerzas armadas de Colombia y las unidades del Ejército de Liberación Nacional, ni este ha perpetrado ataques contra la infraestructura, en marcado contraste con la situación anterior a la entrada en vigor del cese al fuego”. Si bien se han confirmado varios incidentes “en los que se ha visto implicada la población civil, las comunidades de las zonas afectadas por el conflicto han informado de que la violencia ha disminuido y la situación humanitaria ha mejorado”. Agregó que “se ha avanzado en la implementación del primer punto del programa de negociación sustantivo, hecho al que debía contribuir el cese al fuego. Con el objetivo de definir la metodología más apropiada para un futuro diálogo nacional, se han llevado a cabo audiencias públicas en las que han participado organizaciones sociales muy diversas”. Entre el 31 de octubre y el 16 de noviembre de 2017, al menos “192 representantes de 181 organizaciones participaron en dichas audiencias (…) las partes deben decidir sobre las modalidades de participación de los ciudadanos en el proceso de paz”. La próxima fase de negociaciones está prevista para iniciar el 9 de enero en Quito, Ecuador, y la ONU espera que se mejoren las condiciones del monitoreo para cumplir sin dificultades su mandato en cuanto a la coordinación de los movimientos de tropas de ambas partes, y a la prevención y la verificación de incidentes. Estas dificultades, según la ONU, se explican porque “persisten las diferencias entre las partes en cuanto a la interpretación de los actos prohibidos en virtud del Acuerdo de Quito y, por consiguiente, las diferencias de interpretación respecto al alcance del mandato del Mecanismo”. El otro factor son “las dificultades con que se han encontrado los equipos de las Naciones Unidas para acceder a zonas de conflicto muy remotas, donde las personas y las comunidades afectadas por la violencia suelen ser reacias a facilitar información por temor a represalias y donde, en consecuencia, la verificación depende de fuentes indirectas y menos fiables”. “Esas dificultades no eran inesperadas, dado que se trata del primer cese al fuego bilateral jamás pactado entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional, y que el acuerdo no abarca algo tan importante como la separación de las fuerzas”, apuntó el informe. Señaló que es la primera vez que las Naciones Unidas “están presentes de forma continua en muchas de las zonas de conflicto, y que es la primera vez que la Iglesia Católica y la Misión colaboran tan estrechamente”. “Si bien el proceso es por tanto incipiente en casi todos sus aspectos, hemos observado algunos progresos entre octubre y noviembre de 2017 en lo tocante a la relación entre las partes, el carácter constructivo de su diálogo y las actividades de los equipos de verificación de la Misión”, refirió. Las partes también “han expresado su descontento respecto a la implementación de determinados aspectos del Acuerdo de Quito. Sin duda alguna, el hecho de que no exista una separación de las fuerzas da cabida a malentendidos y sospechas mutuas”. La falta de consenso en relación “con las obligaciones humanitarias de ambas partes, sujetas a la verificación del Mecanismo, también resulta problemática. El entorno político, dominado por las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales, en marzo y mayo de 2018 respectivamente, contribuye asimismo a la incertidumbre”. La tarea que tiene la ONU por delante, “como reconocen todos los miembros del Mecanismo, consiste precisamente en lograr que el Mecanismo sea más eficaz y, por tanto, un mejor instrumento para fomentar la confianza entre las partes”.
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