Judíos italianos deportados a campos nazis fueron “vendidos”

Roma, 2 Jun (Notimex).- Buena parte de los judíos de la capital italiana deportados a los campos de concentración nazis fueron “vendidos” por italianos, entre los que había vecinos y hasta familiares, según un estudio sobre el tema conocido hoy. A cargo de Silvia Haia Antonucci y Claudio Procaccia y financiado por el presidente de la Fundación Museo de la Shoah, Leone Paserman, el estudio estableció el precio que los nazis pagaban por cada hebreo delatado. Las tarifas iban de cinco mil liras de recompensa por cada hombre, a tres mil por las mujeres y mil 500 por los niños. Según los expertos, considerando el costo de la vida y otros factores, las cinco mil liras equivaldrían a cinco mil euros actuales (cinco mil 578 dólares). El reporte se centró en particular en la jornada del 16 de octubre de 1943, poco más de un mes después de que Italia capitulara ante los aliados y fuera invadida por los alemanes. Ese día los nazis ordenaron una redada en el “gueto” o barrio judío de Roma, durante la cual fueron detenidas mil 22 personas, enviadas a los campos de la muerte. En los días sucesivos otros 747 judíos fueron arrestados y deportados, mientras en Italia corrieron la misma suerte un total de ocho mil hebreos, la mayoría de los cuales no regresó de los campos de concentración. Según el estudio, prácticamente uno de cada dos judíos deportados fue “vendido” por delatores, entre quienes había vecinos y hasta familiares, como el caso de Celeste Di Porto, judía. Dijo que, además, algunos civiles se fingían abogados ante hebreos arrestados para ganar su confianza y lograr que les revelaran dónde se escondían sus familiares. Además, hubo quienes simularon formar parte de la Resistencia, para poder ganar la confianza de judíos que habían pasado a la clandestinidad. El estudio resaltó que en Roma el Papa Pío XI intentó una controvertida mediación que no impidió las deportaciones de judíos, aunque pocos días después de la redada del 16 de octubre de 1943 dio instrucciones a los institutos religiosos de ayudar a los perseguidos. Según Procaccia, el 85 por ciento de los judíos romanos se salvó gracias a la ayuda de ciudadanos privados e instituciones religiosas. Pero mientras los primeros no pedían ningún pago por esconderlos, uno de cada dos institutos religiosos cobraba una renta a los perseguidos. El estudio, que próximamente será publicado como libro, señaló que un 10 por ciento de los judíos de Roma se convirtió al catolicismo para evitar la deportación.